Eshú Oshe Iroso
Eleguá

Historia de Oshe Iroso: Con la ayuda de Orula y Eshú se convierte en Rey

Refranes del signo:

  • El pez de agua dulce no puede ir al agua salada.
  • Si el agua no cae, el maíz no crece.

Este pataki yoruba nace en el signo Oshe Iroso (5-4) también conocido como Oshe Lezo y es donde Eshú ayuda a que el orgullo que se apoderaba de su protegido desapareciera, y gracias a los consejos de Orula este encontró el camino correcto.

Pataki donde el Hijo no deseado del Rey, alcanza el trono

En esta historia había un reino donde su rey no tenía hijos porque la reina tenía problemas de fertilidad y no concebía.

El Rey quería de todas formas conseguir tener un hijo para poder legar así su reino y expandir su poder.

Pero pasó el tiempo y el rey se enamoró de una esclava de su reino y con esta tuvo un hijo, no obstante, como el hijo era de una esclava poco le servía para su propósito en el reino y con el tiempo lo olvidó.

La esclava murió al poco tiempo de nacer su hijo y este quedó al cuidado de otro esclavo, mismo que conocía toda la historia del niño. Y para cuidarlo, el esclavo se lo llevó a vivir al castillo.

Cumplidos los 5 años del niño, murió el rey y un poco más tarde, murió la reina.

En aquellos tiempos tomó el poder del reino un hombre muy malo, el cual dio la orden de que no quería en su castillo a ningún niño.

El poderoso Eshú salva al niño del peligro que acechaba

Eshú vivía en ese castillo y ante la situación decidió irse con el niño para un barrio muy pobre para que se salvara de las intenciones del rey.

El chico creció y como su madre, comenzó a trabajar como esclavo pues Eshú, a quien consideraba su padre ya estaba viejo y pocas labores podía hacer.

Un día el chico conoció a una mujer que le recomendó ir a los pies del sabio y adivino Orunmila, y así lo hizo.

A los pies del adivino le sale este Ifá «Oshe Iroso» y Orunmila le recomienda hacer Ebbó con eyá (pescado) y le dice que su nombre sería a partir de ese día Oshe Lezo.

No obstante, Orula le advirtió que nadie podría saber su nombre hasta que un día él viera la candela más alta que su cabeza y solo entonces podría decirlo.

Si quieres triunfar, el orgullo no puede apoderarse de tu camino

Aquel chico cada día se volvía más orgulloso y comenzó a menospreciar a Eshú, su padre de crianza que tanto lo había ayudado en su vida.

Eshú muy dolido va a los pies de Orunmila y le dice que quiere registrar por sus manos al chico y Orunmila le dice:

Ya el chico estuvo aquí, pero te mandaré algo más para que hagas, toma omiero de Obbatalá y lo vas a regar a la entrada del pueblo y así resolverás esta situación.

Así lo hizo Eshú y a los tres días en la parte del pueblo donde vivían los más ricos del palacio comenzó una batalla entre ellos mismos, provocando un fuego feroz entre las casas y el castillo.

Ante el peligro todos corrían hacia la parte del pueblo más pobre, buscando amparo y protección de aquellas llamas que cada vez eran más fuertes y altas.

Oshe Lezo al ver tal incendio que se aproximaba a su pueblo y que no había quien lo parara se acordó de lo dicho por Orunmila y a grandes voces gritó su nombre y caminó entre las llamas.

A medida que Oshe Lezo avanzaba, el fuego se disipaba, hasta que las llamas se apagaron completamente.

Olofin al enterarse mandó a buscar a Oshe Lezo y le dijo:

A partir de este momento tú mandarás en ese reino y en tu pueblo, en los ricos y en los pobres, en los malos y en los buenos.

Pero ten presente siempre y recuerda que en ningún momento tu orgullo puede apoderarse de ti, que serás justo y comedido en tu comportamiento.

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