Pataki en Iroso Oddi
Eleguá

Pataki en Iroso Oddi donde intentaron acabar con Orula y su poder

Esta historia yoruba o patakin nace en el signo (oddun) de Ifá Iroso Oddi (4-7) y cuenta la leyenda de una guerra contra Orula donde se involucraron tres animales, el mosquito, la pulga y la serpiente.

La historia de una guerra injusta del mosquito, la pulga y la serpiente contra Orula

Un día los santeros, los ozainistas y mayomberos se reúnen y deciden acabar con el gran adivino de Ifá Orunmila, pues le tenían mucha envidia al ser él quien más visión tenía de las cosas.

El gran poder de Orula provocaba que todos acudieran a él, y esto ocasionaba una profunda y dañina envidia a su alrededor.

Buscando la mejor estrategia para acabar con el don del adivino, enviaron a Orunmila con la intención de hacerle mal, a un mosquito, una pulga y una serpiente venenosa.

Hicieron el plan y se pusieron de acuerdo para enviar al mosquito a picar a una persona infectada de tuberculosis y que después fuese y contagiara a Orunmila, la serpiente se escondería debajo de su estera y debía morderlo, y la pulga también debía picarlo hasta causarle daño.

Para cumplir los deberes que les fueron encomendados, estos tres animales fueron a ver a Orunmila con el pretexto de consultarse al pie de Ifá.

¡Con el poder de Orula no hay quien pueda!

Estando ya sentados, el mosquito y la pulga mandaron a la serpiente a un supuesto mandado para que esta se metiera debajo de la estera de Orula, sin que este se diese cuenta y así poder morderle.

Estando ya en consulta sale este oddun de Iroso Oddi, marcando a Orunmila que le diera de beber caldo de ñame (un fruto tubérculo) a los consultantes.

Entonces Orunmila hace llamar a Elegguá, el dueño de los caminos en el panteón yoruba y le da la orden de que vaya a buscar un pilón que necesitaba, y también un poco de ñame.

El adivino procede y quita el ekuele (cadena de adivinación) del tablero y encima de este pone el pilón, de forma tal que quedaba encima de la cabeza de la serpiente que estaba escondida debajo de la estera, por supuesto que Orula, ya sabía lo que se planeaba en su contra.

Orunmila comienza a machacar el ñame y se lo da de tomar al mosquito, mismo que contenía el veneno de la cabeza de la serpiente muerta, así, el mosquito comenzó a hincharse hasta reventar.

La pulga al ver que sus compinches estaban muertos decidió contarle a Orunmila toda la verdad y es cuando el gran intérprete de la palabra de Ifá sentencia:

Mientras el mundo sea mundo, la pulga no vivirá nunca con tranquilidad. 

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